
No es un viajecito para llegar a un fin, es solo la búsqueda de ese fin que quizá sea el comienzo de algo más. Y tú sólo te vas preparando para encarar la ilusión con el frenesí de lo que es la vida misma.
Un viajecito así puede que no cambie personas, pero que igual forma parte del viaje; tanto como un destello de luz en una vitrina caminando por la calle.
Hoy estoy en Colinas do Tocantins, en el centro de brasil. Muy pronto habrán relatos pixelados del río amazonas: de los Kayapó y los Ribeirinho moviendose por el río. De Caracas y la Venezuela que ya es más que una ilusión.
Y esta es la rutica hasta aquí:
¡Buenas aventuras para tí!