En un lugar escondido, donde salen rampas de cemento entre la selva, encuentras de repente, una historia peculiar…

Llegando a un skatepark de Mérida para sacar algunas fotos urbanas que me faltaban por sacar en estos últimos días que pasaré en esta ciudad, de repente me encuentro con algo impresionante, algo que me hizo sentir el fotógrafo más suertudo de todos.
Apenas saco la cámara y pongo el lente, veo saltando la rampa in chico, al principio pensé que era bajito. Sin embargo, al acercarme un poco más, no deje de disparar en modo ráfaga con cada pirueta que daba.
Lleno de buenas vibras, Alca Mendoza rodaba de aquí para allá sólo con sus brazos, al parecer no se ha tenido que preocupar por escoger qué zapatos destrozar con la lija de las tablas de skate.

Alca no busca ir y resaltar como muchos que toman las cosas como alimento de su ego, ni nadie lo pone a hacer lo que hace. Va a patinar por la misma razón por la cual los demás están ahí: a descargarse en ese santuario de catarsis perenne: El Spot, literalmente debajo de Mérida.

El haber nacido sin piernas no lo detuvo para ser skater y surfista; además de dar charlas motivacionales y hacer un documental llamado “El Plan de Dios”.

Es extraño, pero por lo que he visto, mientras mas limitaciones tienes, más hechas pa lante.
Apenas te acercas a él, se vuelve tu pana, te cuenta todo para luego seguir rodando, es increíble.
Es un tipo maravilloso, de esos que con su actitud deberían colmar el mundo.
Visita la galería completa aquí.