Después de dar unas 3 vueltas por tu casa y darte cuenta de lo mucho que falta por conocerla, sales a verla desde afuera, que al mismo tiempo es como ver una pantalla que te lleva hasta a la esquina más recóndita de tu calle. No sé si es gracias a la naturaleza del ser humano de querer contrastar todo lo que se ve para buscar siempre un porqué, pero al final de todo, es de las mejores cosas que hemos aprendido a hacer.